domingo, 30 de octubre de 2016

A cuatro flores marchitas

would you be my Darling?

tal vez a veces,
una que otra canción
me trae tu cara en ese momentico antes
de darme un beso
o ver caer la noche juntas,
como si fuésemos un cuento
de ron y vino rosado donde
sonara una canción
en la que pienso
de vez en cuando,
cuando también me pongo a imaginar
que algún día te invito
otra vez
un rato
a caminar por la tarde
de ésta ciudad
vuelta una fiesta por
volver a verte caminar
en tu vestido que huele
a licor, música y desgracia.

A veces fumo yerba
y pienso en vos.

Clara
Sofía
Natalia
Mariana;

si pudieras repetirme eso
de lo poco que pude ver en tu boca
a contra luz fumando
el naranjado de un cigarrillo con que creo
me quemaste las ganas
y yo aún me siento herida,
como si fuera un poema de Chaparro
que dice que

“Son las seis de la mañana
y Tal vez esta vez de mi corazón
Salga una bandera de cuervos negros
Hacia tu corazón”.

Y que la bandera de tus pájaros
sean como sean,
al menos me ayuden a saber
que los cuervos míos
tocaran el cielo muerto
de tus flores
que aunque imposibles,
me gusta mirarlas
desde
lejos.


J.Clavélez.


De éste lado de las nubes.

Y de este lado de las nubes todavía es de noche
Tal vez sea necesario que todavía
Se derrumben muchos reinos

Tal vez sea indispensable
Que se derrame mucha sangre
Sobre los caminos remotos del mundo
Donde la hierba húmeda es confundida por el aliento frío de las montañas

Tal vez tus manos sean
Dos vidrios rotos

Tal vez tengas mi corazón lleno de balazos
De tus balazos

Tal vez sean las seis de la mañana y
En el otro lado de la mañana
Un enjambre de aviones invisibles
Se dirigen hacia el núcleo de los vientos
Para bombardearnos con botellas rotas
Dulces botellas rotas de licor

Tal vez esta vez de mi corazón
Salga una bandada de cuervos negros
Hacia tu corazón

Tal vez de este lado de las nubes alguien ha encendido
Los motores de viento
Los motores de humo
Los motores de cenizas
Los motores de fuego
Los motores de mis caballos transparentes
Que cabalgan sobre su cuerpo
Cuando tu sangre se haya
Infestada de peces de vidrio
Que se escabullen
Detrás del castillo precario
De tus huesos

Tal vez cerré los ojos
Y mi boca se llenó de tierra
Y el ruido de tu máquina de hacer perros rabiosos
Llenó de sangre la copa diminuta de los árboles
Del parque

Tal vez de este lado de las nubes
Las aves nunca vuelvan a ser aves

Tal vez de este lado de las nubes las nubes nunca más vuelvan
A ser nubes

Tal vez de este lado de las nubes
Mi corazón no es otra cosa
Que una mierdita muy triste

Que huele a maluco…”


R.Chaparro.