domingo, 18 de diciembre de 2016

Creo estar a la espera
triste
callada
quieta

pero

cuando alguien
no se habita
la concurrencia

es golpes.

J.C

En la tarde hice el amor con dios drogada y le eché un rezo.

Es testiga la noche y el vicio
de que la pegué a mí
con las lagrimas calientes de mi cuerpo
con el que la volví adicta
a chupar cerveza, humo
noche, sexo y desengaños.

Su piel borracha
sabe que necesita algo mío,
porque le gusta que yo le necesite toda,
porque le gusta
y a mí me gusta
y nos gustamos
y bailamos siempre
y yo sé cómo hacer para que llegue
muchas veces y a muchas partes,

y a sus ojos grandes les gusta llorar por mí
y su abrazo entero
sabe que le lleno el vacío
en el que mis vientos
saben hacerle llover tormentas
con los dedos.

Si un día ella se va,
la condeno.
Si se queda,
la condeno.
Si le gusta otra,
la condeno.

La condeno a verse perdida
en cualquiera de esos bailes
en cualquiera de esos ojos
en cualquiera de esos juegos.
La condeno a acordarse
de nuestra música con la que sabe
vibraba toda.

Nadie nunca la hará llorar más que yo
y obvio
no sólo en la cama;

han sido y serán siempre mis trampas

las causantes de sus gritos.


J.Clavélez......