viernes, 14 de abril de 2017

hoy bailarè sola
pero ¿
quièn me harà
el amor?








jc.







¿la sala está del color del ron o de los sueños?

Bebo ron y recuerdo los días
en que quería amantes
como hoy:
besos y bailes;
mi vida es un poema malo
de esos que además de todo
siempre busca los venenos
que duermen lo brusco
de un corazón
adolorido
por siempre.

Hoy puedo decidir morir fea y fácil
¿quién extrañaría a una siempre callada lánguida?

tal vez en mi velorio ya existen las lagrimas
tal vez en mi velorio ya existen las misas
yo escribo los salmos
mal pintados
ahora resulta
que escucho
la lluvia
pero es solo
el sudor
de la música podrida
para las almas del purgatorio estéril

de ésta mesa borracha


jclavélez.


Niña granate mírame.


Mientras dormías toqué tu centro,
mientras dormías
me desdoblé y entré en ti,
las paredes de tu carne
y la mía
se volatilizaron por la pieza
y como sabía que nuestra
anestesia era la misma
viaje a través de la energía
de mis venas
y me sublevé
en medio del caldo
de tu cuerpo caliente,
inconsciente y ahora mío.

El tabaco de yerbas
bravas y amargas
que emanaba de mí
y de ésta espina nuestra
bañada en un sueño desde enero

fue el transporte.


J.Clavélez.

EN VISPERAS DE mi ABRIL.


Medellín con veneno en tus venas,
te anteceden siempre épocas de lluvia
como amantes desgraciadas de abril,
me miras con tus pupilas
brujas
que obligan a mirar
siempre hacia el piso.

En tus vísperas siempre existe el Humo.

Me perseguirás.
Lo sé,

eres Eva
en toda clase de venenos
para la nariz
que son la caída a pedacitos
en los momentos
en los que te hago el amor
con las pastillas que necesitas
por las noches
cuando el aroma de la muerte
abunda más entre en
mis sabanas
y en tus calles.

Estoy embarazada de
tu mugre, Medellín,
pero te aviso
que a mis hijos
me los llevo pal monte
muertos van a nacer igual
por la densidad del aire que
impregnaste en mí por medio de
tus narcóticos besos enfermos
esta adicción por saber de
tus luces menguantes de alguna de
tus euforias vacías
sólo llenas de tu música maldita
de viernes viejos y pavimentos
que viven por la necesidad de

encadenar tu gente.


J.Clavélez.