jueves, 4 de mayo de 2017

La violencia de tus selvas.


Lo primero que dios me enseñó
fue el ritmo,
y aunque al cabo de los años
ya le cogí el paso incandescente
a sus caderas,

su baile siempre ha sido
una cumbia que le emana
en lluvias y llamas de violencia
y música a los gritos
que llena el aura de la pieza
de locura y ramas anochecidas
en medio de la tarde fría

de un jueves de medellín maldito.

J.Clavélez