miércoles, 19 de julio de 2017

Ojalá no hubieras muerto.


¿recuerdas cuando tomábamos
aromáticas de naranjas
y capuchinos fuera la biblioteca,
cuando dibujábamos amores
a crayolas y fiebre de niñas?

Me hacías sentir feliz:        

Te he pensado toda la mañana
como si
realmente
fueras a llegar,
he pensado en las esencias que
nunca
alcanzaran a perfumar mi cuarto
que nunca se bañará de vos.

Tal vez es porque no tengo cigarrillos
o
porque en mi cabeza
tus vestidos no pueden
fluir.

El beso de ese día nunca ocurrió. 
Las manos de esas calles nunca anduvieron juntas;

ni siquiera esas drogas…