¿recuerdas cuando
tomábamos
aromáticas de naranjas
y capuchinos fuera la
biblioteca,
cuando dibujábamos
amores
a crayolas y fiebre de
niñas?
Me hacías sentir feliz:
Te he pensado toda la mañana
como si
realmente
fueras a llegar,
he pensado en las esencias que
nunca
alcanzaran a perfumar mi cuarto
que nunca se bañará de vos.
Tal vez es porque no tengo
cigarrillos
o
porque en mi cabeza
tus vestidos no pueden
fluir.
El beso de ese día nunca ocurrió.
Las manos de esas calles nunca
anduvieron juntas;
ni siquiera esas drogas…