...Que momento
Éramos un templo
De pasiones, de erupciones
Y cuando ya no di más de deseo
Sumergí y bebí cada gota de ti
De tu esencia,
De tu carnalidad
Inunde de humedad
Tu cuerpo
Entre los remesones de mis piernas
Agitadas
Caudales de aguas
Benditas remecían
Mis entrañas
Y esos gemidos
Benditos de tu voz...
DAMY ABALON.
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