Querido, la desilucion acechó, de nuevo fui victima de una seducción inmediata, tan intensa, cual uno olvida de sorber el alma, el encanto o por el contrario la tomo toda dejando sin hechizo cada impulso o sonrojo, mostrandose como una molestia....
Sin embargo, esta o cualquier otra noche amigo, tomaremos toda el agua ardiente que quieras, y así acariciaremos juntos nuestras gargantas pálidas de sed, sanando el sabor a fracaso que marchita nuestros labios.
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