sábado, 18 de diciembre de 2010

Sin sentido.



Quisiera que las fresas parieran libélulas en el mar pacifico, que parieran vida e instantes llenos de melancolía y agua pura, caminos, tristezas, conmoción, selva y humanidad. Quiero ser un molusco y perseguir a las libélulas paridas por fresas en el mar pacifico, libélulas con hermanos, música, silencio, chocolate e influencias. Las fresas conciben al infinito, a la metafísica y al existencialismo ¡Contradicciones! Mi madre es una fresa, me pario junto con libélulas, amor, claveles, olvido, tiempo, felicidad, estupidez, problemas, gladiolos, torrentes, miseria, nostalgia y elipsis, personas, rodeos, fluidos, papel, ríos, lluvia y calorías.


Además de un querer verde azulado, podemos sentir tiempo, espacio, biología, particularidades, huesos, nada, tomates, papayas y lápices. También podemos nadar, huir, pintar, encontrar, desaparecer, dibujar, callar, aprender, llorar, respirar, vivir, perder, bailar, buscar y sentir, pensar en el arroz, en argentina, en parís, en el mutis, en la poesía, en el color, en la libertad, en Yevtushenko, en el cielo, en el vacio, en la hipocresía, en el no se que, en el mimbre, en las cenizas, en los labios, en cinturas, en el caramelo, en el sol y en las miradas, incluso aprendemos del talento, del suicidio, del vidrio, de los yanquis, de las sonrisas, del hígado, del piano, de lo profundo, de la adversidad, de la piel, de las células, de las lágrimas, de los libros, del delirio, del alcohol, de lo indebido, de Emilio, del egoísmo, de lo mutante, del pasto, de las llamas, de la caspa, de la carne, de la fealdad… pero no podemos darnos cuenta de las combustiones solares, del aire, de los fémures, de la sensación de volar y del te verde.

Llegamos al punto, algunas veces, de que nos posean Pensamientos circunstanciales, tanto como los escalofríos; escalofríos que nos liberan al control, de los versos, de la desolación, de la primavera, de la geografía, de la oscuridad, del carmesí, de los orgasmos y del roció en los arbustos de las fresas que están en proceso de parto, Mandamos saludos a nuestras Tias, al otro lado del mapa, de ellas van naciendo narcisos secos del mar atlántico con semillas que vienen de los naufragios ahogados.


Son raras, o eso dice Mi familia.

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