jueves, 27 de noviembre de 2014

27 de doliembre*****

De las desviaciones de la vida, del rumor de la ciudad,
del amor que se evapora, soy una hija de la vida
que no se enamora,
la tarde me aporrea,
quién soy,
la dormida, la lenta, cara lenta,
oídos lentos, manos lentas, píes lentos
dolores lentos y extensos
si no se va la vida, no me voy yo
si no se va, yo me quedo,
si se va, también me quedo.
(tragos lentos, lengua lenta, ojos lentos, vida lenta)
el aíre pasa y me borra, qué soy,
una mujer
una perra
una flor
una muerte parada al lado (lenta)
l e n t a.
I n t e r m i n a b l e.
T e d i o s a.
O p a c a.
Interrumpida. Alcanzada.
El rumor de la ciudad me llama por un nombre,
(no estoy)
tengo el cuerpo clavado en un charco sucio,
tengo la cara clavada en la pena.
Yo no soy, me hacen.

Tengo forma de cadáver,
no modulo,
no programo,
no respiro,
no sirvo.



J.Clavélez






viernes, 14 de noviembre de 2014

Dos cuerpos hacen una religión

Mi cuerpo es un templo
que sólo ella honra,
mi cuerpo es un templo
que se santifica cuando el arte
de sus dedos,
camina en él,
los rezos son sus besos,
y los cantos
son sus besos,
los milagros son su lengua
al tropezar con mis gemidos.

Mi cuerpo es un convento
Y ella es la monja y el
dios
mi cuerpo es un convento y ella,

mi única plegaria.



J.Clavélez feliz. enamorada.




miércoles, 12 de noviembre de 2014

La puerta

Abrí la puerta/amor mío
levantá/abrí la puerta
tengo el alma pegada al paladar
temblando de terror

el jabalí del monte me pisoteó
el asno salvaje me persiguió
en esta media noche del exilio
soy yo mismo una bestia

Ele como de La mentira

He escuchado las voces más bellas
salir de las gargantas más bellas,
situadas en las caras más bellas,
he estado bajo cielos con soles que
abrazan,
he estado en campos rodeados de campo
donde sólo se respira
campo,
he escuchado las voces más bellas,
las canciones más bonitas,
he pasado noches, y días, y noches y más días con
ángeles
que inventaron la palabra sexo
en vaivenes de pecados
por mi cuerpo.
He concebido a seres en el vientre
germinados por esas voces,
he escuchado las voces más bellas,
he escuchado las voces,
he escuchado los llantos de las voces más bellas,
los llantos más feroces
de las heridas más tristes
en los cuerpos más marginados.
He arrullado pedazos de seres
con pequeñitas frentes llenas,
manchadas por las inflexiones de la vida,
he visto los rostros más bellos,
las caras más bonitas
llenas de rasgos grandes,
como ojos grandes y bocas grandes.
He visto descender a las lagrimas más grandes
de los rostros más tristes
de los pedazos de seres más insignificantes.
He escuchado llantos,
he arrastrado vidas,
he arrastrado las más párvulas vidas,
vulgares, bastas.
Me han gateado por el cuerpo,
los más hermosos cantos, las más hermosas caras,
los más pavorosos
llantos.
He apretado las manos más suaves
en las tardes y en las noches más bonitas,
en la cima de los filos más bellos,
contemplando a las ciudades más heridas
con luces heridas, y con más gente
herida.
He sido bajo mantos hermosos,
he sido bajo mantos dañinos,
he sido escupida por los seres más falsos,
he lavado mi cuerpo bajo las lluvias de la vida,
he sabido compadecerme de la vida,
he visto nacer a la belleza de la vida,
he visto nacer a la vida.


Yo he caminado por la vida,
Yo me he asesinado,

por la vida.


J.Clavélez Triste.



Yo he caminado por la vida,
Yo me he asesinado,

por el amor*






martes, 11 de noviembre de 2014

Eme como martesdedolor*

Pasan siluetas de mujeres bajo paraguas
/no existen.

*
Pasa el humo tuyo dibujando
siluetas vagas por mi vida,
/me rectifica.

*
Se arrastran hasta aquí
imágenes de dos niñas en un bus
/conducido hacia un museo de amantes malos.

*
Un sólo relicario para ambos cuellos
/una se salva y la otra se salva.

*
Tengo la vida concurrida,
por la imagen de la vida
/la vida sólo sabe bailar en charcos
//esos charcos son mentiras.

*
No escribo
/nos nombro.






Soledad



Qué desdicha es estar sólo en un cine
sin una esposa, una amante o un amigo ¡donde las películas son tan cortas
y la espera es muy larga!
Qué desgracia siente uno

en esa privada guerra de nervios mientras descorteses parejas en el lobby del cine

se comen un pastel, avergonzados en una esquina como si lo que hacen fuera algo depravado...

Ultrajados por la desolación

ausentes de anhelos enceguecidos nos lanzamos a cualquier tipo de gente,

y nos subyugamos a amistades sin ningún valor que nos siguen hasta en nuestra propia tumba.
La amistad misma se convierte en algo sin sentido, para algunos es beber y beber,
o mostrar sus trajes de última moda,
mientras para otros
es discutir ideas supuestamente coherentes, pero si se mira con cuidado
todas tienen las mismas características. ¡Variados son los tipos de vanidad!
Primero una,
y luego aparece otra molesta amistad...


¿De cuántas he tenido que escapar?
¡la verdad es que he perdido la cuenta! ¿Con cuánta frecuencia en una nueva trampa
he dejado
olvidado mi abrigo de piel?

Oye tú, la libertad en una tierra sin nadie está más allá..
¡Pero quién demonios necesita de ti!
Tú eres seductora
sin embargo despreciable como una esposa infiel.

¿Y tú, mi adorada,
cómo te va?
¿Te has desprendido de tu presuntuosa vanidad? ¿A quién pertenecen ahora tus oblicuos ojos
y tus blancos y lujuriosos hombros?
Tú piensas que soy vengativo, sin duda lo soy, y que ahora me he transformado en un taxi
en una carrera veloz hacia alguna parte ¿pero si de verdad tengo prisa
en qué lugar voy a terminar? ¡Pero a pesar de todo, no puedo librarme de ti! Conmigo las mujeres se recluyen en sí mismas
sintiéndose bastante extrañas a mi lado.

Dejo caer mi cabeza en sus rodillas,
pero yo no pertenezco a ellas sino a ti...
No hace mucho cuando entonces salía con una muchacha en una derruida casa de la calle Sennaya,
colgué mi abrigo en unos patéticos cuernos de animal. Bajo una parte del árbol de navidad de luces radiantes, brillando como unas pantuflas blancas en miniatura,
se sentó una austera mujer
como si fuera una niña.

Fui fácilmente aceptado visitar esa casa
y yo me creía muy seguro de mí mismo de ser un muchacho totalmente a la moda.

Olvidé las flores,
pero llevé una botella de vino.
Ella permanecía silenciosa
y sus dos aros
dos transparentes lágrimas.
como huérfanos
relucían en sus rosadas orejas.
Y como una inválida, buscando incomprensiblemente algo, mientras levantaba su cuerpo parecido a una niña pequeña, dijo algo poco claro:

“Vete....
Por favor, no...
tú no eres mío
sino de ellas...”

Una joven muchacha me amó
de una manera violenta como una niña con sus cabellos colgando en la frente
pálida por el miedo
y unos ojos como pedacitos de hielo 
y pálida por su ternura.



Estuvimos en Crimea,
y la muchacha,
bajo las luces de unos relámpagos
de una noche de tormenta
me susurró al oído:
“¡Mi pequeño,
Mi pequeño!” cubriendo mis ojos con la palma de sus manos.

Todo allí alrededor era terrorífico
los truenos
y excitante,
el mar ciego y el sufrimiento mudo,
y de repente,
reaccionando con una intuición femenina,
lloró ante mí:
“¡Tú no eres mío,



¡Adiós, amor!”


¡No eres mío!

Soy tuyo, melancólico,
fiel,
la soledad
que se construye con todas las fidelidades es la más fiel.

Que ningún pedazo de nieve de tus guantes se derritan en mis labios para siempre.
Gracias a las mujeres
hermosas e infieles las que siempre fueron fugitivas,
las que sus “¡Adiós!”
no fueron “¡Au revoir! ”
las que en sus mentiras, de las que se sentían tan orgullosas pero sufriendo extasiadas, ellas nos dieron al mismo tiempo los bellos frutos de la soledad.


miércoles, 5 de noviembre de 2014

Alza tus brazos


Alza tus brazos,
ellos encierran a la noche,
desátala sobre mi sed,
tambor, tambor, mi fuego.

Que la noche nos cubra con una campana,
que suene suavemente a cada golpe del amor.

Entiérrame la sombra, lávame con ceniza,
cávame del dolor, límpiame el aire:
yo quiero amarte libre.

Tú destruyes el mundo para que esto suceda
tu comienzas el mundo para que esto suceda.