domingo, 26 de mayo de 2013

Terranova.

Suelta una nube de humo
(Creo que no podría estar con una mujer que no fume)
Parece que se ha tragado Londres,
Glasgow, o la misma Minsk
y las vomita sobre el aire
y el aire, me enamora.

Porque el aire, el que me importa,
solo entiende de ciudades
si es su garganta quien las crea,
si es su falda la que se levanta.

Dicen que en Terranova,
el lugar con más niebla del mundo,
es tan importante la belleza,
como aquí el intelecto.
Que allí además de esas tetas
tendrías que saber hacer una ecuación perfecta,
sobre lo que te quiero
y lo que te querría,
si te dejaras querer
como quisiera.

Fumar se parece muy poco a la muerte cuando lo haces tú.

Mañana llueve o eso dicen,
pienso en Mery sue,
tengo la costumbre de asociar
su rostro a cualquier tipo de humedad.

Le dije - Tengo que alejarme-
Y ella, que lo más cerca que me tuvo no fue dentro,
me dejó marchar.

Uno sabe cuanto te necesita una mujer,
cuando en lugar de echar de menos lo que fuiste con ella,
ella echa de más aquello que fue contigo.

Y ella fue nada.
Y yo hambre.

Y tú humo.
Ciudades una tras otra desde tu boca,
al mundo.
Ahí parada esperando el desamor de tu vida,
con la misma seguridad con la que se espera un taxi.
Besando filtros desnudos de carmín,
alimentando el morbo con tus pisadas
de estas calles fetichistas desde que vieron
que caminar si lo haces tú
es danzar con los bordillos.

Cómo decirte sin que suene a súplica
Que soy un poco menos hombre desde que no me miras,
bastante más estúpido desde que no me tocas.

Que floto en las ciudades que salen de tu garganta
para no sentirme extranjero de nuestro propio mundo.

Cómo decirte sin que suene a masoquismo
que deseo que te claves en mí
como un calendario en la pared
y me duela,
como duele el silencio en los orgasmos
cada día que no pases por mi boca.

Decirte que he vuelto a fumar
y que conmigo el tabaco se parece tanto a morirse,
como tu ausencia.

Decirte sin joderme el orgullo
que cada vez que te quiero y no estás
te odio y me encuentro conmigo.

Y estar conmigo ya sabes,
se parece demasiado a estar sin ti.

Y fumo.

Terranova, un lugar donde para amarte,
tendría primero que desnudar al viento
y tú no te quejarías de lo mal que miro a los ojos
después de un beso.

Un lugar donde buscarnos a tientas,
hablarnos a roces,
mientras las calles nos tragan
y cada metro de distancia
sea nostalgia entre nosotros.

Un lugar que ahora, después de tu última calada
has inventado desde tu garganta al mundo
y que se esfuma,
poco a poco,
como mi vida.

Ernesto Pérez Vallejo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario