viernes, 26 de agosto de 2016

A lo triste que huele la vida:

La tarde bruma
café
y yerba,

lluvia para éste velorio
hecho antro de mortecina y cables.

Hoy en mi cabeza helada
no existe la cerveza
y aun así no estoy sobria dentro
de mi corazón que
berrea por su puñalada diaria.

A las 5pm siempre
en Medellín hay un Entierro
para alimentar el hambre
de una ciudad que me hiere tanto,

¿habrá un café para tanto frío?


Una palmadita en la espalda, por favor,
para éstos días tan decadentes
en los que soy
una prostituta del tiempo y
del desespero estático hecho
la dosis que abunda para ésta
metafísica boba de
andar contemplando
a lo triste que huele la vida,

de andar contemplando la
agonía de un azul tan fúnebre
que se mata diario
para que nazca otra vez
la noche negra.


Otra vez la noche negra
pero mañana
otro día,
otro día,
otro día,
otro día.


Otra vez la noche negra
pero mañana,

pero mañana,


Pero mañana.





J. CLAVÉLEZ.




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